Desigualdad, polarización e implicación del sector privado

La desigualdad es cada vez más vigente y más real en nuestra sociedad tanto a nivel de género, infantil, educación, pobreza… Según indican los últimos informes, un tercio de los niños españoles viven en riesgo de pobreza y esto es solo un ejemplo de miles que podríamos obtener (Unicef, 2020). Todo esto, viene acompañado de un entorno complicado como es el Covid, que esta ayudando a agudizar está problemática cada vez más y dónde es lógico que para reducir estas diferencias y otros problemas como la contaminación medioambiental es indispensable la colaboración público – privada. Uno de los aspectos más importantes como se ve en el informe del CEPES, es la necesidad de concretar las carencias con acciones específicas y de campo a partir de las que se pueda empezar a trabajar como son el ODS 17 (CEPES, 2019).

Son las administraciones las que tienen que regular los ámbitos socioeconómicos y por otro lado son las empresas las que deben colaborar ya que son estas las que tienen la capacidad de generar riqueza, pero a la vez de consumir mayor parte de los recursos. Un claro ejemplo de ello son las economías colaborativas y circulares, pero a la vez debemos cuestionarnos hasta que punto podemos pedir a las entidades privadas realizar esfuerzos económicos por un mayor desarrollo colaborativo como pueden ser la Agenda 2030, sin tener un retorno directo y más en una coyuntura como la actual, en la cual muchas empresas deben mirar por su propia supervivencia. La reflexión recae en que las empresas privadas requieren una inversión inicial y un riesgo por que cual se espera un retorno, y si queremos incentivar las economías de desarrollo social, debemos garantizar políticas de carácter fiscal y económico que ayuden a recompensar los recursos invertidos y por eso es muy importante que el estado diseñe el marco legal y la legislación a seguir, para que estos sean los mínimos que cualquier empresa deba cumplir. También cabe comentar que hay ciertas responsabilidades como son la igualdad salarial y de condiciones que se deben cumplir de manera irrefutable y sin retorno alguno, ya que esto es un fuerte impulsor para paliar la desigualdad.

Creo que una vez asumido lo anterior, una enorme posibilidad de desarrollo sostenible, son lo conocido como economías circulares, dónde se pasa de que el dinero sea un fin a un medio, tal y como fue concebido en sus inicios y, además, defiende que los productos no deben tener una única vida útil, sino que defiende lo conocido como las 4R: reducir, reutilizar, reparar y reciclar. Este es simplemente el resumen de una teoría, dónde se trata de defender que todo ello también tiene un beneficio a nivel de costes para las empresas ya que estas no deben de producir los bienes desde cero, sino más bien repararlos y volverlos a poner en el mercado, lo que significa un coste menor y a la vez una mayor democratización de bienes básicos que influyen en la desigualdad y en otros temas como la pobreza o la educación (Ecolec, 2020).

Finalmente, tal y como se ha comentado en la sesión, creo que la base para afrontar la desigualdad en nuestra sociedad es una educación basada en el pensamiento crítico y con igualdad de oportunidades para todos independientemente de raza, sexo o estatus social. Si conseguimos desarrollar la creatividad y el pensamiento propio desde las edades más tempranas, veremos el impacto directo hacía una mayor concienciación por un mundo equitativo y que no se basa únicamente en el fin, sino también en el medio. Aquí es dónde creo que es necesario hacer una crítica hacía nuestra clase política que durante las últimas legislaturas han estado modificando las leyes educativas con fines políticos y sin ningún tipo de sentido a nivel educativo, dejando claramente a la vista la falta de profesionalidad y entendimiento sobre la materia y quedando en total evidencia, por eso mismo es fundamental que la educación sea un elevador social en total igualdad y sea de calidad, para que las futuras generaciones que quieran dirigir nuestro país lo hagan atendiendo a fines comunes y éticos y no a la inversa como ocurre en la mayoría de los casos actualmente.

BIBLIGIOGRAFÍA:

Cepes (2019). 4º INFORME sobre la experiencia de las empresas españolas de Economía Social en la Cooperación al Desarrollo 2017-2019. Recuperado el 03 enero 2021, de https://www.cepes.es/files/publicaciones/117.pdf

Economía del bien común (2020). La Matriz del Bien Común. Recuperado el 03 enero 2021, de https://economiadelbiencomun.org/la-matriz-del-bien-comun/

Elordenmundial.com (2020). ¿Dónde están los paraísos fiscales del mundo?. Recuperado el 04 enero 2021, de https://elordenmundial.com/mapas/paraisos-fiscales-mundo/

Unicef (2020). España es el cuarto país de la UE con más desigualdad infantil. Recuperado el 03 enero 2021, de https://www.unicef.es/noticia/espana-es-el-cuarto-pais-de-la-ue-con-mas-desigualdad-infantil

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